sábado, 1 de septiembre de 2007

Virgen terrenal


Primer ciclo evolutivo de la naturaleza. La energía se va debilitando lentamente bajo la caída del verano. La tranquilidad del impulso vital se torna por la energía de la razón El espíritu florece en las espigas de trigo. Dulce madre tierra, va durmiéndose en los vientos previos al otoño. El primer sacrificio es llevado a cabo, el sacrificio del ayuno material. Virgen naciente, ángel de la maternidad, diosa Deméter.

El impacto que me produjo un virgo, fue tal que aun sigo inmerso en el bello aroma que desprende. Me mostró el delirio del amor... descubrió el frío corazón de piedra que pesaba sobre mí. Su bella voz, aun retumban en mis oídos… Con una café y un paseo por la ciudad, fue más que suficiente para quedar enamorado. Me atreví a proclamarle mi amor, pero, lamentablemente, su cariño ya estaba ocupado por alguien mas. Le agradecí el haber aparecido en mi vida, pues, antes que él, no había sentido el sabor embriagador del amor. Después de un año, lo he vuelto a ver. Extraño sentimiento surge, la ilusión sigue presente en algún rincón de mi alma. Amor que no será, ilusión que se debilita como la energía final del verano. Espíritu que aprende a sobrellevar la frialdad del otoño.

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