El canto natural comienza a detenerse, la tierra emana el olor a la muerte. La vegetación se va descomponiendo lentamente, se sumerge en un sueño profundo, en el abismo se anhela la resurrección… vida, muerte y resurrección se encuentran unidas. El escorpión, amo y señor de la oscuridad es protegido por Hades, dios de la muerte. Y así como el ave fénix renace de entre las cenizas, de igual forma lo hace Escorpio. La muerte está ligada a la vida, Tauro representa la vida en todo su esplendor… fue en la época de Tauro cuando conocí a un Escorpio, su aroma me había llegado mucho antes de tenerlo frente a mí, la oscuridad siempre me ha fascinado… Me encontraba ante el alacrán, el acuariano siempre le ha gustado analizar a las personas, de esta forma platicamos largamente. Poco a poco fui disipando las sombras entorno al Escorpio
Fue cuando regrese a la noche sin lunas y estrellas, pedí auxilio… llego de inmediato mi nueva amistad, el Escorpio no vacilo en ayudarme, en acompañarme en mi pena.
Una vez me negó el Escorpio tener el casco de Hades… pero en una platica con un amigo suyo, escuche de su intuición temprana, sobre sus sueños proféticos, el casco de Hades lo tiene, puede ver el corazón de los humanos.
Agradezco a mí querido amigo por acompañarme en la oscuridad del mundo
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