Sali de las profundidades del lugar dantesco, de la oscuridad total, del frió que paraliza tu ser y haces que en un momento olvides que provienes de la luz… Demonios que golpeaban mi ser y se burlaban de mí, gritaban y me lastimaban. Cada día era una tortura… lloraba por que me sentía sólo y abandonado. Entre el mundo de las tinieblas, soñaba con el cálido país de la luz. Un grito de ayuda ahogado por el dolor, en mi corazón caían lágrimas… un suspiro anhelante de la luz. Rogué porque el calor regresara a mi cuerpo, mis alas rasgadas caían sobre el estéril suelo. Poco a poco fui descubriendo que nadie me podría salvar, nadie vendría de fuera, estaba solo. Pero la luz contenida en mi corazón deseaba ir hacía la luz. Con la poca energía que me quedaba me puse en pie y poco a poco fui rompiendo mis cadenas… logre escapar de la noche sin luna y estrellas… escape del mundo vacío y de tinieblas. Llegue a un mundo donde los colores brillan con mucha intensidad, la ciudad entre nubes coronada por varios arco-iris. Ahora que me siento libre, puedo apreciar al mundo como nunca, pero a veces los demonios salen de las sombras y tratan de que regrese al mundo del que escape. Ahora soy un guerrero de la luz, espero mostrarles a los demás las maravillas de esta, pero a veces, las alas demoníacas salen de mí para torturarme y dañar a los míos. Luchare con todo mi corazón para estar siempre en paz.
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