Buscando un rostro inexistente en la fría figura de piedra en forma de ángel, que se alza a lo alto sobre un círculo a su alrededor. Parece ser que se centra la estatua dentro de lo que una vez fue una fuente. Nunca podrá ver que hay a su alrededor, una desolación que llega más allá de lo que la vista alcanza. Figura muda y sin rostro que en sus manos lleva un cántaro, tiempo atrás pudo haber rociado con agua a la fuente, muerta actualmente. En su espalda nacen alas cubiertas de un brillo dorado que arropan al ángel con elegancia. La mirada… si tuviera, se dirigiera hacia el infinito espacio, la libertad se extiende a su alrededor pero la figura es esclava de su naturaleza terrenal.
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