sábado, 5 de enero de 2008

Sobre el amor


“…eran tres los sexos: lo masculino era en un principio descendiente del sol; lo femenino, de la tierra; y lo que participaba de ambos, de la luna. Y precisamente, como la luna, eran circulares ellos mismos y su manera de avanzar. Eran, pues, terribles por su fuerza y su vigor y tenían gran arrogancia, hasta el punto de que atentaron contra los dioses. Entonces Zeus y los demás dioses deliberaron y se encontraban ante un dilema, ya que ni podían matarlos ni hacer desaparecer su raza, fulminándolos con el rayo como a los gigantes - porque entonces desaparecerían los honores y sacrificios que los hombres les tributaban -, ni permitir que siguieran siendo altaneros.

Tras mucho pensarlo, al fin Zeus tuvo una idea y dijo: "Me parece que tengo una estratagema para que continúe habiendo hombres y dejen de ser insolentes, al hacerse más débiles. Ahora mismo, en efecto -continuó- voy a cortarlos en dos a cada uno, y así serán al mismo tiempo más débiles y más útiles para nosotros, al haber aumentado su número. Así pues, una vez que la naturaleza de este ser quedó cortada en dos, cada parte echaba de menos a su mitad, y se reunía con ella, se rodeaban con sus brazos, se abrazaban la una a la otra, anhelando ser una sola por naturaleza. Desde hace tanto tiempo, pues, el amor de unos a otros es innato en los hombres y aglutinador de la antigua naturaleza, y trata de hacer un solo individuo de dos. Así pues, cuando se tropiezan con aquella verdadera mitad de sí mismos, sienten un maravilloso impacto de amistad, de afinidad y de amor, de manera que no están dispuestos a separarse.”

Fragmento originario del Banquete de Platón, donde a la voz de Aristófanes, el cual en el diálogo es el segundo en hablar sobre el amor. Este escrito mostraba la forma en que se tenía contemplado el amor antiguamente por los griegos, y la bella forma en que combinan su visión mitológica del mundo y una forma poética sobre la búsqueda de la otra mitad para poder ser uno con el otro.

La eterna búsqueda de la otra mitad

El amor es algo difícil de definir, un sentimiento que más que nada se siente, se vive, se sufre o se agradece. Quien no haya sentido un malestar en el estomago, un nerviosismo que invade el cuerpo o le hayan sudado las manos por ver a una persona, no ha vivido.

Cerrar los ojos para ver aquella persona amada, recordar sus caricias, sus labios, transportarse en un mundo el cual sólo existen los dos, ellos y nadie más... Suspirar largamente, soñar hondamente, escribir desde una historia, un cuento, un poema o unas simples líneas en lo blanco de un papel para aquella persona que hace que cualquiera se vuelva literato o poeta. Un simple rosa, o una flor cualquiera son suficientes para hacer que el otro sonría y haga brillar el día más oscuro.

El amor se ha visto bajo varios puntos de vista, ya sea el filosófico, literario, científico, psicológico, religioso, etc. En forma general el amor es considerado como un conjunto de comportamientos y actitudes, incondicionales y desinteresadas, que se manifiestan entre seres capaces de desarrollar inteligencia emocional o emocionalidad.

Desfragmentando el amor

Habitualmente se asocia el término con el amor romántico, una relación pasional entre dos personas con una importante influencia en sus relaciones interpersonales y sexuales mutuas. Sin embargo el término se aplica también a otras relaciones diferentes, tales como el amor platónico o el amor familiar, y también en un sentido más amplio se habla de amor hacia Dios, la naturaleza, la humanidad en su conjunto (lo cual suele asociarse a la empatía), y otros. En la mayoría de los casos significa un gran afecto por algo que ocasiona placer o felicidad a quien realiza la acción de amar.

Filosóficamente, se suele pensar que el amor es el único sentimiento que no posee un sentimiento de polaridad, como es el caso de los demás sentimientos (p.e. paz - guerra). Popularmente suele ser contrastado, evitado o contrarrestado con el odio, desprecio o egoísmo. En la cultura religiosa, el amor suele mencionarse y ser apoyado por su Dios, como es el caso del Islam, el judaísmo e incluso el cristianismo, ya que en la Biblia se presenta una definición del amor, según su cultura de la época:

"El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta".
Aristófanes en el diálogo platónico concluirá diciendo: “claro está, yo me estoy refiriendo a todos, hombres y mujeres, cuando digo que nuestra raza sólo podría llegar a ser feliz si lleváramos a su culminación el amor y cada uno encontrara a su propio amado, retornando a su antigua naturaleza. Y si esto es lo mejor, forzosamente, en las circunstancias actuales, lo mejor ha de ser lo que esté más cerca de este ideal, esto es, encontrar un amado cuya naturaleza corresponda a nuestra índole”.

Y el amor sigue siendo un terreno vasto para todo aquel que pueda sentirlo. Y creo que uno de los temas que nunca faltan en la plática de cualquier persona es sobre el amor.

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