Entre un niño frustrado y un escritor ilustre

Son pocas las figuras que pasan a nuestra memoria, esto, por la relevancia que tienen en nuestras vidas, o la forma en que nos identificamos con aquellas vidas que son la proyección aumentada de nuestro ego enmudecido. Lamentablemente en esta época donde las figuras principales salen programas como la "oreja" o en "ventaneando", es de preocuparse por los modelos a los cuales les hacemos caso. Mientras que alguna noticia, ya sea escándalo, boda, nacimiento, viaje, o deceso de algún cantante, actor, o celebridad del espectáculo, mantiene un promedio de vida en la televisión de mínimo una semana, a diferencia de figuras de la literatura, filosofía, política, ecología, economía, altruismo, o alguna otra que haya favorecido a la sociedad con su actividad, pasan al total olvido de los medios televisivos, y quedan resagados a las secciones de culturas de los periódicos.

Dos son los casos que sorprenden por su contraste, en primer lugar tenemos la muerte del escritor Andrés Henestrosa, el día 11 de enero del 2008, sepultado en el panteón Francés de La piedad. Anteriormente en el Palacio de Bellas Artes, miembros de la comunidad cultural, política y ciudadanos en general recordaron al también historiador, periodista y ensayista, cuyo féretro permaneció en el vestíbulo por algunas horas. “Andrés Henestrosa ha vencido ya la muerte: con su amor, con su largo servicio a la vida, pertenece ya a aquellos de los que podemos decir sin sombra de duda que triunfará sobre el olvido”, dijo el presidente del consejo nacional para la cultura y las artes, Sergio Vela.

Fue una sorpresa ver la noticia en el estelar de la noche en Hechos de Televisión Azteca, aunque unos bloques anteriores habían colocado el video de un niño el cual lloraba por la decepción al ver a su equipo de fútbol favorito perder. Sin más, noches anteriores, en su ya famosa sección de videos de la famosa “red de Pandora”, disculpando a esta figura mítica, la cual ya me he referido a ella en forma alegórica, habían pasado la misma noticia del niño frustrado entre risotadas de sus familiares. Es sorprendente la cantidad de videos que se suben a la red. Es de preocuparse la importancia que se le da a esta criatura que desea cambiar su camisa de los pumas a la del atlante unicamente por la derrota de su equipo. Sin más, el tiempo en televisión es malgastado, y aunque algunos dirán que quizás sea gracioso, se destaca el hecho de que un niño llorando por su pasión al fútbol, una celebridad mostrando su cuerpo por accidente (por no recordar a Britney Spears), o cualquier otra pseudo-noticia es mayormente publicitada y expuesta en horas estelares, que las noticias que en verdad importan y tienen un gran peso cultural para la sociedad.

Entre un niño frustrado y un escritor ilustre, los medios son los últimos en decidir que acontecimiento tiene mayor relevancia para la sociedad, esto, sabiendo que el único fin que tienen los medios masivos es el de vender y dejar en un largo letargo a los usuarios de esta caja idiota.