domingo, 24 de enero de 2010

Apatía


Apatía: Se define formalmente como la impasibilidad del ánimo, la dejadez, indolencia, falta de vigor o energía. Es el resultado de varios encuentros sin éxito a lo largo de la vida dando una visión negativa de la realidad. Algunos sujetos experimentan este estado llegando a negar sus sentimientos resultando a un temor de entrega hacia otras personas.
- Hola, buenos día. – Extendió su mano Mary a Claudia
- Hola ¿cómo estas? Tanto tiempo sin vernos. – Claudia la abrazo y tomaron asiento.
- Pensé que no ibas a llegar, que me dejarías plantada – Dijo Claudia.
- No, como crees, se me hizo un poco tarde ya luego te cuento. – Mary decía de manera un poco agitada. Dos jóvenes mujeres platicando en un café de la ciudad, el sol bajaba lentamente por el horizonte. El camarero llevó las bebidas a las jóvenes.
- ¿Has escuchado el rumor? – Preguntó en voz baja Claudia.
- Sí, es muy preocupante, no sé si sea cierto… - Contestó Mary.
- Cuando lo escuché no supe que decir, no lo creí. – Dijo Claudia un poco incómoda
- En verdad que es preocupante. ¿Qué piensas hacer con tu novio si es cierto? – Preguntó Mary.
- No sé… quiero confirmar primero el rumor, preguntarle a más personas, saber que opinan, quiero comprobarlo con mis propios ojos antes de hacer algo, si es cierto el rumor tendré que dejarlo. – Claudia decía mientras veía alrededor.
- ¡No! Pobre de Fabio, no se lo merece, se ha portado tan bien. – Expresó Mary.
- Lo sé, el no tiene la culpa… pero qué puedo hacer si el rumor es cierto. – Claudia se le quebraba la voz por pensar en la posibilidad de la separación.
- Amida… no te pongas así. El rumor es sólo eso un rumor.
- Sí … -
- Pero por otra parte varias personas en las calles están hablando de eso, me han llegado una infinidad de correos con lo mismo. – Mary tomaba de la mano a Claudia.
- Me tuve que enterar en el peor momento. Dijo Claudia.
- Tranquila… Tengo un amigo que piensa que es verdad, estuvimos platicando por más de tres horas. Antes de que llegaras me llegó un mensaje diciéndome que pasara el mensaje a mis amigos, decía que era cierto el rumor y que había que alertar a todos.
- No sé que haré… llevamos casi un año, nunca puedo pasar más de un año con un novio por equis o ye razón. Quizás si sea cierto el rumor y tenga que cortar con Fabio. – Claudia se secaba una lágrima que había caído por su mejilla.
- Tranquila amiga todo saldrá bien, tendremos que pensar en algo para comprobar si es verdadero o falso el rumor. – Miró fijamente Mary a Claudia.
En el metro de la ciudad de México dos jóvenes se subieron al vagón y se colocaron al fondo.

- ¿Cómo te ha ido en el trabajo? –
- Muy bien… - Platicaron por un momento y una joven sonreía a uno de los muchachos, al mayor.
- Mira… esta bonita – Sonrió
- Mejor no le hagas caso, que tal si es cierto el rumor… - Dijo su amigo susurrándole al oído. –
- Son puras mentiras –
- Si te quieres arriesgar adelante pero te advertí.
En alguna secundaria de México los jóvenes salían a su descanso. Era la mañana, el cielo estaba completamente azul y el sol caía como plomo pero un viento corría suavemente.

- ¡Vamos a echar la reta con los del otro grupo! – Gritó Iván a la bolita de muchachos en el patio.
- Ahorita que el negro traiga el balón, no ves que esta en la dirección. – Le respondió José. Tres muchachas se acercaron al grupo.
- Hola Iván. – Sonrió Lupe mientras que sus amigas estaban detrás de ellas y se susurraban cosas.
- Hola… - Se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla. Las amigas de Lupe se emocionaron.
- Oye, venía a decirte que… - Se quedó callada por un instante mientras que los demás veían a Lupe. – que si quieres salir conmigo después de clases. – Las amigas de Lupe emitieron un grito ahogado.
- Eh… este… No puedo. – Contestó Iván.
- ¿Por qué? – Preguntó desanimada Lupe.
- Mm… Quedé con mis cuates para un partido de fucho en la tarde. – Lupe se quedó sorprendida y se retiró. Más tarde en el salón de clases una de las amigas de Lupe le aventó una bolita de papel discretamente para que no viera la profesora, lo abrió y leyó:
- “Ya sé porque Iván no salió contigo, ya sabe lo del rumor” – Lupe escribió en la hojita y se lo aventó a su amiga.
- “¿Qué rumor?
- “No lo sabes…”
- “No, dime.”
- “El amor no existe.” – Junto un dibujo de una carita triste L
En las calles de alguna provincia de México se veían varias calcomanías con corazones rotos, en algunos postes se leían mensajes como: “Di no al rumor”, “No hagas caso”. Algunos mensajes más positivos decían: “Sí existe”, “No tengas miedo”.
- Mira aquellos dos. – Decía José a Carmen. Estaban sentados en la banca de un parque viendo a una pareja besándose al otro lado de la fuente.
- Se ven muy bien. – Exclamó Carmen.
- ¿Qué aun no sabes…? – Fue interrumpido por Carmen
- ¿Lo del rumor…? Sí, pero no creo nada.
- Pero si esta más que comprobado que el amor no existe. – Dijo un poco molesto José.
- No, no es así, son puros chismes y eso es la prueba de que existe. – Miraba atenta Carmen a los novios besándose.
- Pues varias estaciones de radio han cerrado por lo mismo, aquellas que pasaban puras canciones románticas se fueron a la goma. El registro civil esta vacio, las iglesias no saben que hacer pues ya nadie se quiere casar, la gente esta consciente del problema. Han salido varios artículos científicos apoyando la idea, diciendo que el amor es sólo un proceso químico en nuestro cerebro, el enamoramiento es sólo una etapa que dura a lo mucho dos años y de ahí todo a la chingada. – Expresó José.
- Que el amor entra por la nariz por medio de las endorfinas que activan nuestro cerebro y bla bla bla, Que el día de San Valentín es sólo una campaña comercial para gastar en cosas innecesarias, que el índice de divorcios es mayor que el de matrimonios en los países de primer mundo, que hay un desencanto general en la población, que es para idiotas llevar rosas o chocolates a alguien, escribir una carta o regalarle un peluche, decir un te quiero o besarlo en la calle, porque al paso del tiempo la ilusión de amor se va, en pocas palabras que el amor no existe.
- ¡Correcto! Eres una mujer inteligente y bella, sabes que nos movemos por impulsos y el deseo, el deseo puede desaparecer y cambiar. – Dijo José.
En una tienda de regalos dos empleadas estaban quitando la infinidad de regalos en los escaparates de alguna tienda.
- Sigo sin aceptar el rumor… - Alejandra quitaba las cajas de regalo mientras hablaba con Laura.
- Lo sé, es preocupante, sólo nos vamos a quedar con la venta de papelería. – Dijo Laura.
- Es muy triste. – Alejandra acariciaba un peluche.
- Pero en parte tienen razón. – Exclamó Laura.
- ¿Cómo puedes decir eso? – Preguntó Alejandra
- ¿No te has fijado que ya nadie viene a comprar ni siquiera una tarjeta? –
- Sí – Contestó Alejandra. – Pero…
- ¿Además qué te dijo tu ex? – Preguntó nuevamente Laura.
- Sí, sí… Que ya había perdido el encanto, que tenía cierta apatía con las relaciones, que siempre había terminado mal y el rumor sólo vino a empujar lo que sentía.
- Y ya llevaban más de cuatro años juntos. – Dijo Claudia.
- Sí… pero…- Se quedó callada Alejandra mirando un corazón de papel.
- Pero nada amiga, hay que aceptar que varios no creen en el amor.
En alguna esquina de alguna ciudad en México.
- Malditos posters, están muy bien pegados. – Se decía para sí misma una joven mujer.
- ¿Te puedo ayudar? – Era la voz de un muchacho que se acercó a la joven que estaba subida en la escalera para quitar el poster.
- No gracias, ya casi esta. – Sonrió nerviosamente la joven.
- Supongo que no crees en todo esto. – Preguntó el joven hombre.
- No, para nada, es ridículo. – Contestó la joven.
- La gente tiene miedo, es simplemente eso, han perdido el sentimiento de magia y creen que fracasaran.
- Es lo que pienso. ¿Pero sabes algo más? – preguntó la joven.
- ¿Qué?
- Todos aquellos que se han hecho caso al rumor siguen pensando lo contrario, siguen buscando, se enamoran …
- Así es… ¿Quieres que te ayude a quitar los demás posters…?

No hay comentarios: