domingo, 23 de diciembre de 2007

Diciembre con dedicatoria


En un invierno frío y desolado, se busca la felicidad congelada en el rostro del otro. Viendo a través del estanque de hielo, se asoma los recuerdos de un año que se desvanece con el pasar de cada noche invernal. Y sólo el silencio del olvido es la muerte en la sombra de esta época.

En estas fechas, es cuando las personas se encuentran frente a frente a ellas mismas, comienzan a pensar en lo que se llevo el año y en lo que va por nacer en el próximo. Recapacitan sobre el daño causado o por el amor creado. Es cuando se agradece o se maldice el tiempo ganado o perdido, los sueños rotos o construidos.


Pero lo que al final, todas las palabras se desvanecen, pues lo único que importó, fue haber visto al otro sonreír, soñar, vivir …


Gracias por compartir tu camino conmigo y haberme hecho crecer un poco más en este sinsentido armonioso.

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