Fue inesperado, toda mí vida estaba regida por un pensamiento metódico, pero ahora, siento que he renacido… - Mientras caminaban por la calle, le decía esto la mujer a su amiga.
¿Dime cómo fue que sucedió esto? – Preguntó la amiga a la mujer de piel clara y ojos profundamente negros.
Todo empezó varios meses atrás, me conoces muy bien, sabes que estaba entregada a una forma de pensar muy rígida. Mi obsesión por lo racional me llevó a no sentir nada, a no poder emitir alguna lagrima por el dolor de un ser querido, pero aun así, por dentro consideraba que su dolor era real pero… mis actos eran calculados hasta en lo más mínimo, de igual forma, racionalizaba el sentir… así fue hasta que fui analizada por el señor J. gran psicoanalista, pensé que era absurdo todo lo que me decía, sin embargo, algo dentro de mí se escurría entre mis pensamientos. El Sr. J no veía mejora en mí. Después de las sesiones me retiraba a mis deberes. Sin que supiera el Sr. J, en varias ocasiones, por la noche llegaba un sueño, en el cual me encontraba en mi habitación, sentada mientras veía por la ventana, escuché la puerta sonar, era un hombre quien tocaba la puerta, lo dejé pasar, el rostro de aquel hombre era difuso y oscuro, mientras se acercaba a mi, sus manos estaba detrás suyo, y las fue llevando hacia enfrente hasta descubrir un pequeño escarabajo de oro…
¿Un escarabajo de oro? – Preguntó su amiga moviendo ligeramente la cabeza.
Así es, un escarabajo egipcio. Este sueño fue muy recurrente, por más de un mes el escarabajo aparecía, ya sea traído por el señor desconocido, o por sí sólo, varios días después se lo conté al Sr. J. en una de las sesiones, al terminarle de contar el Sr. J comenzaba a pronunciar unas cuantas palabras, pero fue interrumpido por el leve golpeteó en la ventana de su consultorio, el Sr. J se acercó para mirar, pensando que sería quizás una travesura o un pequeño pajarillo despistado, sin embargo, al abrir la ventana de par en par, un escarabajo, saltó dentro de la habitación. Yo sólo pude emitir un sonido de sorpresa…
¡Que bella coincidencia! – Dijo la amiga con una sonrisa
¡Vaya que lo fue! Desde entonces ya no fui tan renuente a la terapia, creo que he mejorado, últimamente me ha interesado investigar sobre el simbolismo del escarabajo. ¿Sabes que significa?
-No-
Renacimiento… creo que eso ha sucedido en mí…
¿Dime cómo fue que sucedió esto? – Preguntó la amiga a la mujer de piel clara y ojos profundamente negros.
Todo empezó varios meses atrás, me conoces muy bien, sabes que estaba entregada a una forma de pensar muy rígida. Mi obsesión por lo racional me llevó a no sentir nada, a no poder emitir alguna lagrima por el dolor de un ser querido, pero aun así, por dentro consideraba que su dolor era real pero… mis actos eran calculados hasta en lo más mínimo, de igual forma, racionalizaba el sentir… así fue hasta que fui analizada por el señor J. gran psicoanalista, pensé que era absurdo todo lo que me decía, sin embargo, algo dentro de mí se escurría entre mis pensamientos. El Sr. J no veía mejora en mí. Después de las sesiones me retiraba a mis deberes. Sin que supiera el Sr. J, en varias ocasiones, por la noche llegaba un sueño, en el cual me encontraba en mi habitación, sentada mientras veía por la ventana, escuché la puerta sonar, era un hombre quien tocaba la puerta, lo dejé pasar, el rostro de aquel hombre era difuso y oscuro, mientras se acercaba a mi, sus manos estaba detrás suyo, y las fue llevando hacia enfrente hasta descubrir un pequeño escarabajo de oro…
¿Un escarabajo de oro? – Preguntó su amiga moviendo ligeramente la cabeza.
Así es, un escarabajo egipcio. Este sueño fue muy recurrente, por más de un mes el escarabajo aparecía, ya sea traído por el señor desconocido, o por sí sólo, varios días después se lo conté al Sr. J. en una de las sesiones, al terminarle de contar el Sr. J comenzaba a pronunciar unas cuantas palabras, pero fue interrumpido por el leve golpeteó en la ventana de su consultorio, el Sr. J se acercó para mirar, pensando que sería quizás una travesura o un pequeño pajarillo despistado, sin embargo, al abrir la ventana de par en par, un escarabajo, saltó dentro de la habitación. Yo sólo pude emitir un sonido de sorpresa…
¡Que bella coincidencia! – Dijo la amiga con una sonrisa
¡Vaya que lo fue! Desde entonces ya no fui tan renuente a la terapia, creo que he mejorado, últimamente me ha interesado investigar sobre el simbolismo del escarabajo. ¿Sabes que significa?
-No-
Renacimiento… creo que eso ha sucedido en mí…
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