domingo, 14 de diciembre de 2008

De la naturaleza de las cosas


Tito Lucrecio

Fragmento amoroso (Libro IV)


...


Así, pues, a quien Venus ha llagado,
Ya tomando los miembros delicados
De un muchacho, o haciendo que respire
Una mujer amor por todo el cuerpo,
Se dirige al objeto que la hiere,
Impaciente desea a él ayuntarse
Y llenarle de semen todo el cuerpo:
El deleite presagia la ansia ciega:
Ésta, pues, es la Venus que tenemos,
De aquí el nombre de amor trajo su origen,
De aquí en el corazón se destilara
Aquella gota de dulzor de Venus
Que en un mar de inquietudes ha parado:
Porque si ausente está el objeto amado,
Vienen sus simulacros a sitiarnos
Y en los oídos anda el dulce nombre.


Conviene, pues, huir los simulacros,
De fomentos de amores alejarnos,
Y volver a otra parte el pensamiento,
Y divertirse con cualquiera objeto;
No fijar el amor en uno solo,
Pues la llama se irrita y se envejece
Con el fomento, y el furor se extiende
Y el mal de día en día se empeora.
Si no entretienes tú con llagas nuevas
Las heridas que te hizo amor primero,
Y haciéndote veleta en los amores
No reprimes el mal desde su origen
Y llevas la pasión hacia otra parte.

Las dulzuras de Venus no renuncia
Aquél que huye de amor: por el contrario,
Coge sus frutos solo sin disgusto.
Gozan siempre las almas racionales
De un deleite purísimo y seguro,
Mejor que los amantes desgraciados,
Que al mismo tiempo de gozar fluctúan
Sobre el hechizo de su amor incierto.
No sabiendo fijar ojos y manos;
Aprietan con furor entre sus brazos
El objeto primero que agarraron,
Le molestan muchísimo, y sus dientes
Clavan cuando le besan en los labios,
Porque no tienen un deleite puro;
Secretamente son aguijoneados
A maltratar aquel objeto vago
Que motivó su frenesí rabioso:
Pero Venus mitiga los dolores
Gozando del amor suavemente,
Y con blando placer las llagas cura.


Pues los amantes tienen esperanza
De que aquel mismo cuerpo que ha inflamado
Su pecho en amor ciego, puede él mismo
Apagar el incendio que ha movido;
Pero se opone la naturaleza:
Y es la única pasión de cuyos goces
Con bárbaro apetito se arde el pecho;
Pues el hambre y la sed se satisfacen
Fácilmente por dentro repartidos
Bebidas y alimentos en los miembros,
Y se pueden pegar a ciertas partes.


...

1 comentario:

Schuldiner dijo...

Me gusto mucho el fragmento que pusiste, y me ocurrio que, a diferencia de otros textos asi de complejos en su estructura, me di el tiempo de repasar cada frase, para mejor comprensión.

De una u otra forma, me parece una representación muy certera de lo que les ocurre a las personas (a mi, en particular)

"Si no entretienes tú con llagas nuevas
Las heridas que te hizo amor primero"

Hermoso fragmento, y muy buena la mención que hacen de "aferrarnos al primer objeto que tenemos", claro reflejo de lo triste y sola que se sientan las personas, y su incapacidad de sobrellevar y autoconocerse...

Saludos!