En una tarde tranquila
dónde el calor no sofoca,
el aire te invita a salir.
Las casas con su color ocre
invaden los sentidos,
los recuerdos...
La gente camina y ríe
entre las calles de San Luís
Las familias recorren la tranquila ciudad
por la plazoleta del carmen.
Entre jardines y una fuente
De peces de piedra
Muda ante los visitantes
Impresas las caras alegres
Ciudad cubierta de polvo
Alejada del ruido de metal
Cubierta por el claro azul de un viento
De un suspiro del norte
Que nutre con pedazos de muerte
En medio de magueyes y nopales
Se recuerda el camino a la fantasía
Entre calles de color ocre
Fuentes y esporádicos árboles
El corazón se imprime de su color
La gente camina y ríe
entre las calles de San Luís
Las familias recorren la tranquila ciudad
por la plazoleta del carmen.
Entre jardines y una fuente
De peces de piedra
Muda ante los visitantes
Impresas las caras alegres
Ciudad cubierta de polvo
Alejada del ruido de metal
Cubierta por el claro azul de un viento
De un suspiro del norte
Que nutre con pedazos de muerte
En medio de magueyes y nopales
Se recuerda el camino a la fantasía
Entre calles de color ocre
Fuentes y esporádicos árboles
El corazón se imprime de su color
de su alegría.
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