1. Escribir no con la intención de lograr algo perfecto, escribir con la sencilla razón de escribir
2. Encaminar al lector a pensar que sucederá algo y poner algo que no se imaginaría que pudiera suceder. Jugar con el lector
3. Hacer bromas de lo que se está escribiendo, darse cuenta que los temas son cotidianos. Criticar la propia obra antes de ser criticada.
4. Crear diferentes ritmos, empezar lentamente hasta llegar a un ritmo acelerado, o empezar rápido y terminar de una manera lenta, o simplemente escribir al ritmo que pide la historia.
5. Crear personajes que amplíen los deseos, sueños, anhelos y esperanzas del escritor, de esta manera podrá llegar a un estado de catarsis y quizás ayude a otros con este proceso.
6. Introducir diálogos en la historia, darle un sentido de viveza al texto, de movimiento y de cotidianidad.
7. Los temas de los cuentos nacerán por una obsesión o por una frustración, algo que no se logró concluir, o algún deseo (por más oscuro que sea). Llevar a cabo aquello que se quería hacer pero en la realidad no sucedió.
8. Los lugares, el espacio será un elemento importante dentro de la historia, es un personaje más con actitudes, colores, y expresiones.
9. El tema principal del cuento frustrado será el amor.
10. Terminar el cuento de manera circular, para dar a entender que la historia se repite una y otra vez, en diferentes momentos y circunstancias, con diferentes personas y lugares, pero la forma de experimentar es distinta y única.
11. Lo más importante, darnos cuenta que hasta de los momentos más difíciles podemos reírnos y bromear, y con estos crear e invitar a la reflexión.